¿Cómo saber si soy alérgico al michi?
Alrededor del 10% de las alergias respiratorias humanas son provocadas por el pelo de gato. Pero si tienes este tipo de alergia, antes de tomar la drástica decisión de deshacerte definitivamente del/de los culpables, lee estos consejos.
¿Qué causa la alergia al pelo de gato?
El término alergia al pelo de gato no es realmente apropiado; en realidad es una alergia a una proteína particular llamada Fel d1 contenida principalmente en la saliva y el sebo (secreciones de las glándulas sebáceas) del gato. Esta proteína se deposita en el pelo del gato cuando se acicala. Cuando se pierde el pelo, esta sustancia alergénica se encuentra por toda la casa: en el sofá, camas, alfombras, moquetas, cortinas, ropa e incluso suspendida en el aire.
Por lo tanto, no es necesario que se produzca un contacto con un gato para que una persona sensible desencadene una alergia: puede ser suficiente que se siente en un sofa donde un gato ha perdido el pelo. Algunos niños incluso desencadenan una reacción alérgica en su aula, donde ningún gato ha pisado nunca.
¿Cómo se manifiesta?
La mayoría de las veces, la alergia al pelo de gato se manifiesta por rinitis (estornudos, sensación de picazón en la garganta, congestión nasal, etc.) o conjuntivitis (lagrimeo o picazón en los ojos). El picor también puede aparecer en la cara o los brazos por ejemplo, frecuentemente en contacto con el gato. En los casos más graves, la alergia puede provocar ataques de asma (tos o jadeos) o angioedema (hinchazón de los tejidos de la cara y las vías respiratorias).
La alergia puede tardar mucho tiempo en expresarse: por lo tanto, puede desencadenar una alergia por completo después de años de "cohabitación pacífica" con su gato. También podemos encontrar alérgenos varios meses, incluso varios años después de que los gatos hayan abandonado un lugar.
¿Qué hacer si sospechas que eres alérgico al pelo de gato?
Lo primero que debe hacer en caso de sospecha de alergia al pelo de gato es, por supuesto, consultar a su médico o, mejor aún, a un alergólogo. Confirmará el diagnóstico con un simple análisis de sangre o una prueba cutánea alérgica y evaluará la gravedad de los síntomas.
Su médico también puede recomendarle que viva sin un gato durante unos meses para ver si sus síntomas de alergia mejoran. El desalojo definitivo del gato es una medida de prevención que siempre debe ser discutida porque su impacto psicológico puede ser importante, especialmente si en el hogar viven niños.
Si los síntomas no son demasiado graves, puede ser suficiente tomar medicamentos antialérgicos convencionales (antihistamínicos, descongestionantes, etc.) y algunas medidas higiénicas simples si usted (o alguien en su hogar) es alérgico. Las manifestaciones alérgicas no desaparecerán por completo, pero permanecerán dentro de límites tolerables.
- Ventile su casa o apartamento a diario, incluso en invierno.
- Cepillar al gato regularmente, si es posible afuera. Recoja tantos cabellos como sea posible y encierralos en una bolsa de plástico hermética.
- Pasa un guante húmedo sobre el pelaje del gato todos los días o cada dos días. Esto evitará que se extienda el cabello y la caspa en la casa.
- Limpia la caja de arena tantas veces como sea necesario.
- Aspire con frecuencia. No olvides la parte inferior de los muebles (donde se puede acumular el pelo), las alfombras, el sofá, la ropa de cama, sacude edredones, mantas, almohadas y cojines por la ventana.
- No dejes que el gato duerma en la cama de la persona alérgica.
- Guarde toda la ropa en armarios cerrados.
Si eres alérgico o tienes a tu alrededor personas alérgicas al pelo de gato, ten siempre a mano un medicamento para tratar una crisis: un antihistamínico en forma de spray nasal, por ejemplo.
Hay posibilidades de desensibilización: esto consiste en inyecciones regulares, durante varios meses, de dosis cada vez mayores de alérgeno, para que el sistema inmunitario se acostumbre a la sustancia alergénica. Este proceso funciona bien para las alergias respiratorias al polen o los ácaros del polvo, pero los resultados son un poco decepcionantes para las alergias al pelo de gato. Sin embargo, en algunas personas, la desensibilización provoca una disminución en la frecuencia y gravedad de los síntomas.
¿Hay razas de gatos que son menos alergénicas que otras?
Algunas razas de gatos son menos alergénicas que otras, como el azul ruso, el gato siberiano, el abisinio y el rex, que muda relativamente poco pelo. Los gatos desnudos, como el Sphynx y el Peterbald, también se recomiendan para las personas con alergias, aunque de manera equivocada, ¡porque tienen plumón y se acicalan como todos los demás gatos! Sin embargo, son fáciles de lavar y también deben lavarse con shampoo con frecuencia para eliminar el exceso de sebo presente en su piel.
En definitiva, sólo una baja concentración de Fel D1 en la saliva de un gato podría constituir una garantía contra las alergias, pero cada individuo secreta esta proteína en mayor o menor cantidad, y esto sea cual sea la raza. ¡Es por eso que las personas que sufren de alergias a veces son menos sensibles en presencia de tal o cual animal!
Por último, pasar una toallita húmeda por encima de tu gato todos los días y/o bañarlo puede ayudar a reducir su "poder" alergénico. Sin embargo, ten cuidado de no abusar de él porque el baño demasiado frecuente puede dañar su cabello y su piel e interrumpir la producción de sebo.