Una carrera contra las pulgas
Hasta hace no mucho tiempo, los perros y gatos eran un elemento secundario en las familias y cumplía sus fusiones básicas como, cuidar la casa, matar ratones, entre otras cosas. Hoy en día esto ha cambiado drásticamente, las macotas han cobrado importancia incluso como miembro nuclear de la familia y como todo miembro de la familia, estos viven dentro de casa. Lo cual ciertamente ha traído consigo felicidad y compañía a nuestros hogares, pero también nuevos retos que superar.
Por esa razón quiero hablarles de un tema que para mí es de gran importancia, y como médico veterinario quisiera compartir. La cercanía que tenemos con nuestras mascotas también nos acerca a posibles enfermedades. Así como han incrementado la cantidad de mascotas que viven dentro de casa, han crecido los casos de zoonosis (o enfermedades transmitidas por animales).
El día de hoy quiero hablarles específicamente de los parásitos externos, pulgas, garrapatas, piojos, y otros. Estos son muy comunes en nuestras mascotas, pero algunos son potencialmente peligrosos para nosotros. Enfermedades como erliquiosis, lyme, y otras enfermedades, son transmitidas por parásitos como garrapatas, piojos y pulgas que actúan como vectores de estos patógenos.
En un esfuerzo por disminuir el problema, la humanidad está ha diseñado y producido productos para matar y controlar a estos parásitos. Es común escuchar sobre la aplicación de la “pipeta para las garrapatas” o la “inyección”. Si ciertamente esto ha servido en cierta medida, lo que no nos dicen es que todos estos productos son básicamente venenos a bajas concentraciones. Así es, venenos que interfieren con algún sistema vital del parásito causándole la muerte. Esto no significa que sea específico para parásitos, todos estos productos vienen con una dosis de aplicación y la razón es que, si esta dosis es superada en cierta medida, es posible que intoxiques a tu mascota o peor aún, te intoxiques a ti mismo por un mal manejo de aplicación.
Tampoco nos mencionan que estos productos son altamente destructivos si entran en contacto con el ambiente natural. Solo se necesita que llegue una mínima cantidad de estos venenos para contaminar un manto acuífero u otro ambiente natural. Fauna especialmente sensible como la acuática y los insectos polinizadores se ven severamente afectados.
Para agregar malas noticias, los parásitos han desarrollado resistencia a estos agentes químicos y cada año vemos nuevos productos para garrapatas y pulgas con “fórmulas mejoradas”. Esto se traduce en que las formula anterior perdió efectividad y fue reemplazada por una que es más agresiva o más estable que dura más tiempo en el medio ambiente sin degradarse, a fin de cuentas, un producto que, si llega al ambiente natural, contaminará más y por más tiempo. Por si esto fuera poco, el calentamiento global ha extendido el área que habitan estos parásitos y ya se reportan garrapatas y pulgas en lugares donde nunca habían tenido presencia anteriormente.
En resumidas cuentas, esto nos ha adentrado en una batalla química con los parásitos, una batalla que no estamos ganando, y no vamos a ganar si seguimos así y al final todos vamos a perder porque terminaremos con un planeta contaminado.
Pero no todo es malas noticias, se están desarrollando nuevas tecnologías y estrategias para combatir este problema sin que sigamos afectando al medio ambiente. Limpieza, higiene y cuidado son armas de alto poder que nosotros como dueños podemos aplicar para combatir este problema. En la medida que nosotros como dueños de mascotas cambiemos los malos hábitos, exijamos productos responsables con el ambiente y las empresas se comprometan con el cuidado de nuestras mascotas, vamos a resolver este problema que llevamos cargando desde hace décadas.
by: MVZ Carlos García